Desde que Kim Kardashian subió una fotografía posando junto a Donatella Versace y Kim Jones, directores creativos de Versace y Fendi respectivamente, se empezó a especular sobre una posible colaboración de ambas marcas. Unos rumores que hicieron más y más fuertes durante la Semana de la Moda de Milán celebrada este mismo mes de septiembre de 2021. Aunque estos parecían disiparse en cuanto ambas casas italianas presentaron sus respectivas colecciones por separado, una enigmática nota enviada por Donatella a diferentes personalidades hizo creer que se obraría el milagro: "Por favor, únete a mí en una experiencia creativa íntima".
Pero no se trató solo de una experiencia, sino que en ese preciso momento se estaba escribiendo una nueva página en la historia de la moda. Ambos diseñadores se había intercambiado las marcas para crear dos colecciones que aunase el ADN de ambas firmas. Un intercambio que, como aclara Versace en su cuenta de Instagram: "Esto no es una colaboración". Algo no solo sorprendente por este detalle, ya que son dos de las casas italianas más importantes de la industria, sino porque ni siquiera pertenecen al mismo grupo empresarial. Versace es de Capri Holdings y Fendi de LVMH.
Aunque, a toro pasado, se puede decir que fue un desfile donde la estética Versace reinó y Fendi estaba allí porque su inconfundible logo con dos F enfrentadas dejaba constancia de ello. Jones fue fiel al imaginario Versace; Donatella, en cambio, se fue fiel a si misma.
Versace by Fendi
En la primera parte del show, en los looks reinaba la discreción que puede haber en los estampados barrocos de Versace gracias a la presencia de muchas prendas en color negro con detalles en dorado, formas más amplias a través de los abrigos o la introducción del estampado negro y marrón de Fendi. Al negro se sumó también, por supuesto, el dorado, el blanco y el rosa palo. Una sobriedad que en otras ocasiones Donatella Versace había mostrado ya sobre la pasarela, aunque esta vez parecía haber algo diferente.
Y así era. Tras el épico cierre de Kate Moss y Amber Valletta, salió a saludar Kim Jones, director creativo de Fendi. Una aparición que hacía sospechar, a juzgar por las prendas ya vistas, lo que realmente era: un intercambio entre las dos mentes que están detrás de cada una de las marcas. "Amigos, ídolos, mentores... Es la belleza de la unión", decía Jones sobre su trabajo para Versace.
Fendi by Versace
En cambio, tras irse de nuevo las luces e intercambiarse las medusas que decoraban el espacio por las dos efes de Fendi, la cosa no cambió excesivamente. De nuevo sobre la pasarela diferentes modelos, esta vez con pelucas lisas con flequillo teñidas en rubio platino, mostraron prendas que rezumaban alma Versace por todas las costuras. A pesar de la más que evidente presencia del estampado Fendi en todos y cada uno de los looks, las señas de identidad de esta casa a penas se hicieron notar en prendas como los abrigos en tonos marrón y negro o los bolsos más amplios y funcionales. En cambio, a grandes rasgos, era todo barroquismo Versace se mirase por donde se mirase.
Un trabajo descafeinado del que, en cambio, Donatella Versace se mostró muy segura orgullosa: " Es la primera vez en la historia de la moda en la que dos diseñadores mantienen un verdadero diálogo creativo que deriva del respeto y la amistad ", aseguraba sobre el trabajo que hizo para la que un día fue la firma capitaneada por Karl Lagerfeld.
Una mezcla no equitativa entre las esencias de ambas marcas que se hizo notar quizá en exceso para lo que hubiese gustado en una unión tan importante como esta. Pero es una evidencia más que demostrable que Versace cuenta con un imaginario y unos señas de identidad muy potentes gracias a sus siempre llamativas colecciones. La medusa, el dorado, las cadenas, las prendas ajustadas, los aberturas imposibles... En cambio, Fendi siempre ha sido más discreto en todo, por lo que sus elementos también lo son. De esta, además de su logo, resaltan más las formas y los patrones como es el caso de los abrigos. Una forma de trabajar en la que también destaca el uso de piel y pelo natural que, en este caso, ni estaba ni se le esperaba ya que Donatella Versace hace ya años que dejó de usarlas en sus prendas.