En la cuarta jornada de la Madrid Fashion Week uno de los diseñadores que más expectativas ha creado ha sido Jorge Vázquez. Cada vez son más las celebrities del panorama nacional que no dudan en apoyar la firma homónima allá donde vayan, y es que el modisto se ha ganado la amistad de personalidades como Eva González entre otras muchas.
Para la próxima temporada Jorge Vázquez ha querido rendirle un pequeño tributo a Jacqueline de Ribes, considerada por muchos la "última Reina de París". Se trata de todo un icono en el mundo de la moda que personifica a la perfección la elegancia francesa del siglo XX, algo que ha servido de inspiración a la hora de dar vida a la colección.
Camiseta homenaje a David Delfín de Jorge Vázquez primavera/verano 2018 en la Madrid Fashion WeekLas flores inundaban el desfile no solo en los diseños que la firma ha presentado, también en el decorado de la estancia. Así, sillas, suelos y paredes se teñían de este estampado tan femenino, romántico y delicado, características que acompañan a Jorge Vázquez desde los inicios de la marca.
Por si esto fuera poco, sobre la pasarela se ha homenajeado a David Delfín a través de una camiseta básica en color negro, con bordados en pedrería, donde se podía leer la palabra 'Forever' que ya han usado diferentes marcas. Con ello, se suma a la larga lista de firmas que ya han recordado al modisto durante toda la Semana de la Moda madrileña. "Creo que se ha ido un gran artista, cuando la organización me lo pidió yo estuve encantado de rendirle un homenaje y darle mi cariño ", comentaba el diseñador momentos posteriores al desfile.
La primavera/verano de Jorge Vázquez
El estampado estrella de la nueva colección han sido las flores, con toques franceses y acabados donde cada detalle cuenta. Cabe destacar la utilización de varios de los tejidos naturales más recurrentes, como el lino o el algodón combinados con otros diferentes como el tul o el raso, así como los bordados con aplicaciones de cristal y las lentejuelas habituales del diseñador.
Un primer grupo ha pisado la pasarela con aires de la perfecta 'working girl' a través de sastrería moderna. Los cuadros vichy, las camisas blancas, camisetas estampadas con mensajes, volantes y las líneas sencillas combinaban con los bolsos de mano como el accesorio imprescindible.
Sin embargo, pronto se ha abandonado esta estética para dar paso al romanticismo de las flores en tonalidades pastel, como el rosa cuarzo, el azul serenity y, sobre todo, el nude. Tejidos fluidos y vaporosos contrastaban con el encaje de flores en 3D, asimetrías y varias prendas de tonalidades brillates y tejidos metalizados.
