En Italia a Max Mara le apodaron como el Gigante Silencioso. Uno de esos extrañas casos de moda que logran combinar el éxito de crítica y el crecimiento comercial. Desde su origen, hace más de 60 años, se especializó en la confección y patronaje de abrigos que, a día de hoy, sigue marcando su éxito en ventas. ¿Su icono? El modelo 101801, que lanzó al mercado hace 30 años y por el que no pasa el tiempo. El éxito de esta creación ha sido tan fulminante como numéricamente productivo. Durante la década de los 70 su equipo creativo acogió a personalidades de la talla de Franco Moschino o Jean-Charles de Castelbajac. A principios de los 90 Achille Maramotti- fundador de Max Mara- ya era la cuarta fortuna más importante de Italia. Un trabajo artesanal que ha dado sus frutos y que busca generar una imagen fuerte y consolidada de apoyo a la cultura y el arte con la creación de varios galardones, entre los que destacan, el Art Prize for Women.
Las prescriptoras de moda parecían no estar muy dispuestas por aparcar el negro, pero al final no han podido resistirse a la nueva propuesta primavera/ verano 2020 de Max Mara. Una silueta que deja atrás esa austeridad que se supone adyacente al traje negro. Una campaña que se presenta con trajes de chaqueta cropped u oversized y con hombros exagerados; pantalones cortos y bajos voluminosos. Lo cierto es que, el color gris y las tonalidades pastel son una reminiscencia casi evidente a la década de los 90. Había numerosas voces que apuntaban a ello, pero la nueva campaña de la marca ha confirmado la tendencia de forma tajante: la sastrería femenina.
FOTOGRAFIADAS POR STEVEN MEISEL
Gigi Hadid, Adriana Lima, Joan Smalls e Irina Shayk son los rostros que han unido sus fuerzas y su talento para posar en la nueva campaña de Max Mara. Una sesión de fotos que desprende tintes de una década pasada y muy masculina con cuatro de los rostros femeninos más empoderados de la industria de la moda, posando en línea recta en los diferentes colores pastel. Además de los conjuntos de traje impresos en color pastel, el resto de la colección Max Mara se imprime en tonos neutros. Todas ellas, fotografiadas por Steven Meisel, reflejan el imaginario de una mujer poderosa e independiente, espíritu por el que la marca que lleva apostando fuertemente durante varias temporadas. Sin duda, una de las campañas más icónicas y espectaculares de Max Mara.