Hedi Slimane fue llamado para reflotar el ADN de Céline. Algo así como el Jesucristo de la moda empresarial. El todo por la parte. El diseñador francés venía de redefinir el imaginario de Yves Saint Laurent y triplicar sus ventas en menos de cuatro años. A su llegada a la maison, prometía hacer grandes cosas y revolucionar los preceptos instaurados en la marca desde hace décadas. El primer cambio notorio que realizó fue quitar la tilde de la firma. Céline pasó a ser Celine sin más. Bien, un pequeño gesto que vaticinaba el torbellino que estaba por venir. El cambio de guardia en la marca de lujo francesa es, por tanto, una historia que se ha apoderado de la primera fila de la moda como un thriller. Durante 10 años, Celine ha ocupado una posición singular como la mejor marca de moda centrada en la mujer. Su diseñadora, Phoebe Philo, desencadenó tendencias destinadas a la mujer empoderada y con libertad de movimiento.
ELEGANCIA Y SOFISTICACIÓN COMO CÓDIGO
Desde su polémico estreno con Celine, Slimane presentó su propuesta de colección cápsula 2020 en la capital francesa, destinada a la mujer más cercana con el universo nacido en Celine, en una clara apuesta por la sobriedad y la elegancia inspirada en los años 70. La lluvia de críticas de su primera colección. "Hace dos años, cuando el Sr. Slimane dejó la moda, el mundo era un sitio distinto. Las mujeres eran diferentes. Diablos, lo eran hace dos días. Ellas han evolucionado. Él no", una postura muy crítica a la que que se sumaba Jess Cartner-Morley en The Guardian, quien contextualizó su primera colección para la casa de modas francesa. Una autentica polarización de opiniones y de las que el diseñador francés parece haber tomado nota seriamente. Un diseñador convertido en leyenda, que ha regresado a la pasarela dos años después de su salida de Saint Laurent con más fuerza que nunca.
Lejos de haber traicionado la herencia de la marca y del legado de su predecesora, Phoebe Philo, el diseñador francés tachado como el 'más influyente del mundo', se inspiró en los años 70 reintroduciendo los pantalones culotte que se combinan con blusas con lazada al cuello y cuellos cisne. En el carrusel final podía intuirse el regreso de los códigos de vestimenta burgueses y los años 1970, cuando el flequillo, las botas altas de cuero y las gafas de sol tipo aviador conquistaban los escaparates y el street style en todo el mundo. Grises, marrones, ocres... Slimane se mantiene fiel a la paleta de color predominante este otoño/invierno 2020, huyendo de esas siluetas filiformes con aires adolescentes festejando en una sala de celebraciones. Modelos con media melena y cuellos en uve desfilan con las manos en los bolsillos sobre una pasarela que destila un estilo californiano típico de los años 70. Elegantes trajes impresos en colores oscuros con la corbata fina que el diseñador ya popularizó durante sus años de gloria en Dior Homme. Slimane se rinde ante la tendencia del momento, el sporty chic, e intercala deportivas blancas con pantalones denim. La mujer de Celine huye de los excesos, con un código que apela a las nostalgia y a un tiempo pasado.