La Semana de la Moda de París se ha convertido en el marco perfecto para que diseñadores de la talla de Dior o Giambattista Valli presenten sus propuestas para la próxima primavera/verano 2018. Una de las firmas más esperadas es siempre Chanel, que consigue una puesta en escena prácticamente imposible en pleno corazón parisino.
Si en anteriores ediciones Karl Lagerfeld llevó una nave espacial, un supermercado o un crucero, en esta ocasión el Grand Palais se ha convertido en una idílica playa. Un paseo a orillas del mar, con vistas panorámicas y hasta oleaje real ha sido el escenario perfecto para que las modelos paseasen los diseños de la firma descalzas, con los tacones o las sandalias en la mano.
El genio de la moda Lagerfeld aparecía al finalizar la pasarela encima de un paseo elaborado con maderas, donde saludaba a los asistentes entre los que se encontraban Poppy Delevingne o Pamela Anderson. Encima de la pasarela no podía faltar Kaia Gerber, la nueva musa del diseñador, que lucía como nunca los looks de la próxima temporada.
Una playa en el centro de París
El estilo del desfile se ha vuelto más veraniego que en anteriores ocasiones, con looks elegantes donde el tweed sigue siendo el verdadero protagonista y sello de identidad de la firma. Las mallas de ciclista que tanto están dando que hablar en los últimos meses continuarán una temporada más entre las perchas de la marca, destacando además la logomanía en varias de las prendas.
Las siluetas cuadradas con grandes hombreras en chaquetas o camisetas generan ese efecto oversize tan trendy en los últimos años. El denim, las combinaciones de dos piezas y diseños de lo más sofisticados inundarán una colección en la que las viseras y las pamelas de rafia serán las grandes protagonistas.