El último desfile de Kanye West en plena Fashion Week de París ha sido la gota que colmó el vaso de la paciencia de todo el mundo. Si el año que se pasó el rapero maltratando públicamente a Kim Kardashian tras haberle pedido el divorcio no fuera suficiente, fue una camiseta con el mensaje racista 'White Lives Matter ' en su colección la que acabó con su imagen pública. En ese mismo instante solo dos personas, el actor Jaden Smith y la estilista Gabriella Karefah Johnson, ambos de raza negra, criticaban públicamente el peligroso mensaje que estaba lanzando el también diseñador a través de esta prenda escudándose -como de costumbre- en el arte.
Esta avanzadilla le costó a la estilista una retahíla de insultos y descalificativos en el Instagram de Ye que posteriormente borró, pero esto no hizo más que echar leña al fuego y conseguir que otras muchas celebridades se posicionasen contra él. Las hermanas Hadid fueron también de las primeras y tras el resto del star system. De celebridades a grandes marchas mostraron su rechazo a la actitud de Kanye West. Vogue anunciaba que nunca más volverían a trabajar con él; Adidas y Balenciaga rompían sus relaciones profesionales con el diseñador a pesar de tener colecciones en marcha...
Kanye West vistiendo la camiseta 'White Lives Matters'Unas represalias profesionales y públicas que le han costado a Kanye West no solo un importante escándalo mundial, sino también dejar de ser eso de lo que a él tanto le gustaba presumir: el hombre negro más rico de América. Y es que su alianza con la marca deportiva para vender sus míticas Yeezy le reportaban a Kanye West una ingente cantidad de millones, muchos más que los que le reporta su marca de ropa e incluso la música. Una pérdida a la que se suman -sin ser efectivos- todo aquello que ya no ganará, como la colección de West con Balenciaga para GAP.
Y todo esto por una camiseta. Pero en un giro inesperado de los acontecimientos, Kanye West ha descubierto ahora que no podrá poner a la venta sus camisetas de 'White Lives Matter', que seguramente contasen con un buen número de compradores entre la derecha más extrema en los Estados Unidos que se identifican con sus discursos antisemitas y que ya se habían echando a las calles para manifestarse y mostrarle su apoyo a West.
"Si lo vendiéramos, donaríamos los beneficios a Black Lives Matter"
Resulta que, tal y como ha contado BBC, el eslogan está ya registrado y le pertenece a Rases Ja y Quinton Ward, dos activistas antirracistas. Así es, los también presentadores del podcast 'Civic Cipher' -que ellos mismos definen como "una herramienta para empoderar a las voces negras y latinas permitiéndoles establecer vínculos tanto con sus comunidades como con la población general"- han explicado que el registro del eslogan racista había sido regalo de un fan anónimo y que se lo había hecho saber pocos días antes de que Kanye West presentase su desfile en París.
Desconocedores de esto último, Ja y Ward lo aceptaron: " Fue su forma de asegurarse que el mensaje perteneciera a nuestra comunidad y dejara de ser una herramienta de odio ", y así fue como pasó a pertenecerles. Por ello, si ahora Kanye West quisiera poner a la venta las camisetas de las discordia tendría que contar con su aprobación si no quiere incurrir en un delito, algo que no están dispuestos a hacer porque ese es e propósito principal de tenerlo registrado. Además, en el caso de que el 'White Lives Matter' fuese a reportar algún beneficio o se lo vendiesen a alguien, los fines serían otros: "Donaríamos los beneficios a Black Lives Matter". Simplemente, justicia poética.
