Kim Kardashian es ese tipo de celebrity que, haga lo que haga, va a estar en las páginas de las revistas todas las semanas. La prensa la persigue a todas partes, y a ella no parece disgustarle... Lo último que hemos conocido de ella ha sido su retaguardia gracias a su portada en la revista Paper, donde ha posado presumiendo de curvas sin ningún tipo de complejo.
Y es que si algo caracteriza a Kim a parte de sus curvas, es su personalidad atrevida y extravagante, algo que también proyecta a través de su ropa. Las prendas holgadas no son lo suyo, y lo demuestra cada vez que tiene un evento donde va a ser -la más- fotografiada. Así que ella se enfunda en ajustadísimos vestidos y faldas que marquen bien su figura.
Estamos acosumbrados a ver sus pronunciadísimos escotes, y es que Kim, además de trasero, también presume de delantera siempre que puede. En cuanto a la forma de los vestidos, sus favoritos son los de tubo, o las faldas lápiz, ajustados a sus caderas y de corte midi, que, aunque restan centímetros a su altura, ella los luce siempre.
Y ¿a qué tendencia se ha apuntado últimamente la mujer de Kanye West? pues nada más y nada menos que al látex, tejido que pronuncia aún más sus curvas y que resalta más sus ceñidos modelitos. El pasado martes 18 de noviembre la veíamos en la presentación de su propio perfume, 'Fleur Fatale' con un ejemplo perfecto: palabra de honor, corte midi, forma de tubo y tejido de PVC brillante, y por supuesto, bien ajustado a su cuerpo. Así apareció Kim luciendo curvas y escote, con un vestido en rosa quemado y salones en beige de ante, tan atrevida como siempre.
Faldas de tubo, las favoritas de Kim
Como la agenda de Kim está llena de tareas siempre, si antes la veíamos con ese diseño en tono nude, más tarde se cambió de ropa, aunque siguiendo las máximas que reinan en su armario: sexy y ajustada. Esta vez era en tono blanco roto, pero la forma y el tejido de la falda eran el mismo: de látex y en forma lápiz, Kim presentó su perfume en Melbourne ante un montón de fans y fotógrafos que se agolpaban allí.
Está claro que Kim Kardashian está orgullosa de sus curvas, aunque no siempre acierte con la talla de sus modelitos... Y es que ir ajustada no tiene por qué significar ir embutida en la ropa, y a veces Kim peca de esto enseñando más de la cuenta... Pero lo que sí tenemos claro es que ella va a seguir fiel a su estilo y luciendo palmito allá donde vaya.