Es evidente que la tecnología ha cambiado nuestra forma de vivir, la cual impregna todos y cada uno de los aspectos que la integran. Vale la pena entonces empezar a reflexionar sobre la tecnología en la vida cotidiana. Un paisaje completamente moderno que gira en torno de dispositivos móviles, aplicaciones y máquinas con inteligencia artificial. Y es por todas estas razones enumeradas que los procesos artesanales y la tradición allanaron el camino en cuanto a avance se refiere. Logrando multitud de transformaciones que antes sólo eran posibles en nuestra imaginación y hoy en día forman parte de nuestra vida diaria. Tradición que se preserva y sobrevive a través del tributo y la interpretación valiente de la historia del arte.
LOEWE ES UN CASO DE ÉXITO GLOBAL
' Una casa de tradiciones, no tradicional ', con esta frase reflexionaba el director creativo de LOEWE, Narciso Rodríguez, a su llegada a la maison del 'escarabajo' en 1980. Tiene 146 años y la icónica firma española continúa siendo un éxito indiscutible. El director creativo de la firma, Jonathan Anderson, se ha convertido en uno de los mayores genios de la última década. Un diseñador con cara de adolescente, pantalones vaqueros rectos y cabeza de comisario cultural de museo que expresa su arte en la pasarela. Pues bien, hoy LOEWE es un caso de éxito global. Anderson ha sabido cambiar y combinar con ingenio el ADN de la marca con modernidad, lujo y arte.Ha incorporado a su catálogo de moda y accesorios el bolso Puzzle, el cual lucha contra el Amazonas por la hegemonía del accesorio clásico de LOEWE; su bohemia y romántica colaboración con la boutique de Ibiza Paula's; su colección cápsula que rinde homenaje al movimiento Arts and Crafts de William de Morgan y, por si fuera poco, ha conseguido posicionar España en el mercado internacional. Takuro Kuwata es un ceramista japonés y recibió una "mención especial" en el Premio de Artesanía de la FUNDACIÓN LOEWE 2018. Su trabajo se caracteriza por la inestabilidad formal, una relación ambivalente con la tradición y un uso intensamente personal del color. Para esta colección de pasarela, Kuwata ha realizado a mano adornos de cerámica que se han incorporado a los vestidos y al cordón de las garras del flamenco.
MIEDO AL CORONAVIRUS EN PARÍS
Hace unos cuantos días pudimos ver la desoladora imagen del desfile de Emporio Armani sin público por la expansión del coronavirus en el norte de Italia y parece que París prepara un protocolo especial para su Semana de la Moda. Los organizadores del espectáculo galo van a por todas y apoyan la pasarela francesa a pesar del miedo y el alcance. Desde que la OMS emitiese un comunicado "pidiendo al mundo que se prepare para una potencial pandemia por el coronavirus", la pasarela de París cierra filas reforzando los controles entre los asistentes y las marcas. A pesar de la crisis sanitaria mundial, Loewe no ha querido anular su cita anual con la moda de París.Todos los ojos estaban puestos en Jonathan Anderson antes de su puesta en escena en el marco de la Semana de la Moda de París. Dos semanas antes, abrigos de solapas XXL, siluetas infinitas y vestidos confeccionados con colores vibrantes y materiales futuristas conformaron el desfile de JW Anderson en Londres, un espectáculo en el que el minimalismo no tuvo cabida. Después de debutar en la capital británica con una propuesta muy comentada y aclamada, la colección del diseñador para Loewe supone uno de los espectáculos más esperados de las jornadas de moda parisina. Antes de las 9:30 de la mañana, hora a la que se sucedió el desfile, los invitados recibieron una invitación extravagante que incluía un disco de vinilo con grabaciones de la jugadora de fútbol Megan Rapinoe, quién también posa como imagen en la última campaña de la casa española.
Las luces se apagaron y el desfile comenzó. Sobre la pasarela, vestidos largos confeccionados con varios materiales y siluetas que toman distancia del ajuste de figura hegemónico y que, a menudo, asociamos de forma errónea con el propio concepto "feminidad". A medida que la colección iba tomando forma se podía intuir como Jonathan Anderson impuso su punto de vista sobre la mujer moderna, diseñando vestidos y confeccionándolos con una amplia variedad de materiales y colores como naranja, verde oliva y muchos más. No se trata de crear piezas extravagantes y de coleccionista, esta colección define lo que usan las mujeres y con lo que se sienten poderosas. Siluetas más experimentales, hombros anchos y caderas exageradas, así como abrigos largos con solapas de gran tamaño, que recuerdan a los que vimos en su presentación de Londres. Las modelos también portan tocados con plumas y accesorios como la nueva interpretación del bolso balloon, junto con elegantes sandalias y mocasines con la "L" de Loewe en la parte delantera.