En riguroso negro. Así ha querido despedirse el prestigioso diseñador Marc Jacobs de la que ha sido su casa los últimos dieciséis años, desde que comenzó en 1997 como director creativo. Atrás quedan los años de una fructífera relación que ha desfilado por última vez en un espectacular desfile que ha tenido lugar en el Museo del Louvre en París.
Como si de una misteriosa y sofisticada marcha fúnebre se tratara, el desfile primavera/verano 2014 de Louis Vuitton llegó desplegando una puesta en escena espectacularmente simbólica: el sonido de un tic-tac fue el punto de partida de una pasarela a la que las modelos entraban en escaleras mecánicas, rodeaban una fuente y se marchaban ascendiendo en los ascensores de forja de un hotel para seguir desfilando sobre una pasarela a dos niveles que, de nuevo, las llevaba a bajar en escaleras mecánicas para bordear un tiovivo.
Un desfile cargado de simbolismo dedicado a todas las "showgirls"
En medio de esta melancólica y casi inquietante atmósfera, las propuestas han supuesto un exquisito despliegue a modo de homenaje y resumen de todo lo que han sido estos dieciséis años de compromiso. Por ejemplo, la modelo Edie Campbell, una de las musas de Jacobs, fue la encargada de abrir el desfile con el cuerpo pintado con ilustraciones tipográficas del célebre graffiti de Stephen Sprouse.
A través de encajes, transparencias, bordados negros y enormes tocados con plumas dedicados "to the showgirl in all of us" inspirados en una lista interminable de mujeres como Coco Chanel, Edith Piaf, Sofia Coppola, Cher o Kate Moss, Marc Jacobs ha puesto punto y final a su trabajo en Louis Vuitton.
Y como no podía ser de otra forma, recibiendo la ovación de un público que se deshacía en sonrisas y lágrimas pero que dejaba a la vez a sus seguidores y a los amantes del lujo y la moda con un sabor agridulce a luto y a nostalgia.
Ghesquière, posible sustituto de Marc Jacobs
Pero aún les queda algo de esperanza: todo apunta a que el diseñador se centrará en su propia firma - Marc by Marc Jacobs - la cual pretende sacar a bolsa junto a su socio incondicional y que además continuará contando con el apoyo de Bernard Armaut, el presidente de LVMH, el conglomerado que aglutina a la maison francesa. Éste último fue, precisamente, el encargado de confirmar la salida del diseñador tras el desfile.
Marc Jacobs se marcha dejando una vacante que se antoja, para algunos, irremplazable. Sin embargo, los rumores no han tardado en llegar y ya hay quien apunta a Nicolas Ghesquière, ex director creativo de Balenciaga (cargo que ahora ocupa Alexander Wang) como favorito.