El espectáculo de Moschino otoño/ invierno 2020-2021 celebrado el jueves en la capital de la moda italiana parece un show digno de París en el siglo XVIII. Tras anunciar a principios de año que trasladaría su desfile homónimo de la Semana de la Moda de Nueva York a Milán, no es de extrañar que cierto toque francés ocupara su lugar en la pasarela. Un punto clave dentro de la gastronomía francesa son sus pasteles, que decoraban las invitaciones para el desfile, ¡Bonn appètit!. Telas suntuosas como el terciopelo, la seda. Encajes de chantilly y bordados de hilos dorados. Líneas insinuantes, escotes dramáticos y cintura ajustada que resalta la silueta con una gran falda. Allí estaba ella, en cada mirada, en cada peinado: María Antonieta.
PRIMERA INFLUENCER DE LA HISTORIA
Si existe en la historia una mujer sinónimo de glamour, moda, buen gusto e innovación, esa es María Antonieta, Reina consorte de Francia y última Reina de este país, antes de la Revolución Francesa. Su vestidor se caracteriza por la ligereza de sus tejidos en detrimento con los ostentosos trajes de la corte francesa que escandalizó a los nobles de la época, que buscaban corregir a una reina sencilla y, a su criterio, ligera en su vestir. Sin embargo, una vez más, el Palacio de Versalles opto por hacer odios sordos y las mismas damas que criticaban a la reina comenzaron a copiar sus diseños de forma inmediata. En cualquier caso, la reina y su modista, Rose Bertin, marcaron las tendencias de la moda cortesana, como las influencers actuales. Porque, como bien dice su biógrafa Hélène Delalex, " la reina no seguía la moda, era la moda ""Bien, en el espectro geopolítico, pensando en la década de 1780 y lo que está sucediendo hoy a nivel mundial : ¿son las protestas de Hong Kong contra un gobierno opresivo? En Chile protestan contra el aumento de las tarifas del metro; obviamente, mi país de origen tiene que pasar muchas cosas, y todos ustedes salen del Brex ... están sucediendo muchas cosas ". "Y pensando en eso", agregó, "la agitación es muy similar en una forma de ..." a "¿Dejarlos comer ...?" "¡Moschino!" respondió. Jeremmy Scott no le teme a nada o, por lo que parece, a casi nada. Debemos reconocer que, para que Moschino imite el estilo de aquellos que limitaban los derechos en Francia antes del levantamiento democrático hay que arriesgar y mucho. En su universo creativo, Scott negoció este doble rasero y consiguió sintetizar dos tendencias completamente opuestas : la estética de Maria Antonieta y la prenda de mujer más emblemática y radical de la década de los 60, la minifalda. Y, por si no fuera poco, el patrón arquetípico del siglo XVIII, junto a la minifalda se transformaron en personajes de anime japonés.
"DIFUNDIR ALEGRÍA Y FELICIDAD"
Tampoco faltaron los lazos, ni las perlas, ni dorados en este desfile. Hombreras y mangas con volumen exagerado dibujan la silueta rococó del siglo XVIII. La paleta de colores, la clásica de la época: el rosa, el amarillo y los colores pastel tiñen las propuestas para el próximo invierno. No faltaba sobre la pasarela el 'vestido a la francesa', un elaborado diseño que constaba de tres partes: la bata, abierta en su parte delantera y que acababa en cola, la falda y una pieza superior de forma triangular que cubría el torso.
Asumiendo el papel de director creativo en Moschino en 2013, Scott ha vuelto a situar Moschino en el mapa de la moda internacional con su combinación única de sátira, humor y diseños inspirados en la cultura pop. Hasta la fecha, inspirado por la cultura de consumo estadounidense, Scott ha reinterpretado los logotipos de marcas como Barbie, McDonalds, Coca Cola y Loony Tunes en sus colecciones, lo que impulsó en gran medida las ventas con un crecimiento de dos dígitos desde su nombramiento. Su enfoque idiosincrásico de los diseños ha logrado colaboraciones continuas con Longchamp, Swatch y Adidas que datan desde 2002. S u zapatilla con alas Adidas 2008 es un sello distintivo en sus colaboraciones y un caso de éxito digno de estudio.