Aunque la moda de Alta Costura sufrió un profundo declive con el auge del prêt-à-porter hace más de ochenta años, la capital francesa inauguró la Semana de la Moda en su calendario oficial hace más de treinta años. Con la mirada puesta en la moda parisina, las amplias instalaciones que acogen hoy dos pasarelas y un espacio promocional, nada tiene que ver con el recuerdo de una carpa de circo que se instalaba en la plaza de Colón en febrero de 1985. Una década después y tras un breve lapso de tiempo en la Casa de Campo, la pasarela madrileña se trasladaba al recién estrenado Palacio de Congresos y Exposiciones en el que, los contrastes son parte esencial de su ADN.
La Semana de la Moda se instauraba de forma oficial en Madrid, de la que emergió una generación de diseñadores que en la actualidad, gozan con el reconocimiento y el respeto dentro y fuera de nuestras fronteras. Junto a los ya veteranos, la incorporación de nuevos talentos ha servido para mantener viva la llama de una pasarela que no está exenta de polémica. Sogas y velos en la colección de Magritte y Buñuel que fueron interpretados como apología y defensa al régimen talibán después de los atentados del 11-S en 2001 e innumerables debates que giran en torno al Índice de Masa Corporal de las jóvenes promesas que desfilan sobre la pasarela. Una dinámica renovación que hoy sigue siendo el motor creativo de esta cita de la moda patria.La primera jornada de la Mercedes- Benz Fashion Week de Madrid se ha inaugurado el martes 2 de julio de la mano de la diseñadora Maya Hansen. El palacete de los Duques de Patrana ha acogido la 70 edición de una jornada de moda en la que, una amplia gama cromática danza entre contrastes, y se materializa en distintos tejidos como látex, lana y fieltro.
CÓMO REINVENTAR EL CORSÉ CON EL QUE SIEMPRE SOÑASTE
La creadora sueca Maya Hansen presentaba su colección con el nombre " Arty Globertrotter ", ante la expectación de todos los asistentes. La diseñadora retoma su seña de identidad, los corsés, aunando en los orígenes de la firma desde un nuevo punto de vista, basado en la figura de un viajero intrépido y en las distintas técnicas de confección en todo el mundo. Un total de dieciocho prendas en tejidos reutilizados, en lo que ya se conoce como movimiento upcy-cling, en el que cada look representa una cultura diferente a golpe de aguja. Sin duda, una propuesta innovadora y vanguardista para una moda más sostenible.