Su nombre comenzó a sonar con fuerza desde que en 2014 se convirtió en protagonista de su primera campaña para Topshop, lo que dio lugar a que muchos comenzasen a cuestionar su parentesco con el laureado actor de Hollywood, Alec Baldwin. Tras haber posado en campañas tan importantes de Ralph Lauren o Tommy Hilfiger y de subirse a la pasarela de la mano de Moschino, Hailey Baldwin se ha consolidado como uno de los rostros más buscados y cotizados en el mundo de la moda y la belleza. Nacida en Arizona, en el seno de una popular familia de actores, creció rodeada de cañones y barrillas. Su belleza exótica y afilados rasgos, hacían presagiar un futuro muy prometedor para Baldwin dentro de la industria de la moda.
La casa de alta moda italiana, Miu Miu, se ha hecho eco del potencial de Hailey Baldwin y le ha convertido en la protagonista de su última campaña otoño/invierno 2019/2020. Fotografías capturadas en un rancho de ébano en el Estado de Montana (Estados Unidos), junto con otras compañeras de profesión como la exótica modelo Adut Ackech, Tang He o Aliet Sarah, entre otros rostros conocidos. Una colección que aúna lo mejor de los dos mundos en un contraste total entre elegancia y sofisticación, en un panorama completamente desértico y rural; en una campaña que explora el sentido dinámico de la juventud, la libertad y la pasión por viajar, en una búsqueda de nuevas experiencias.
UN SENTIDO DINÁMICO DE LA AVENTURA Y LA LIBERTAD
Eddie Wrey es el encargado de dar vida a unas fotografías que muestran un alocado grupo de amigas que corren por la hermosa campiña de Montana, un lugar sin restricciones por sus límites y limitaciones. Sobre un paisaje idílico y lujoso, las modelos montan en canoas con vestidos transparentes, brillantes y voluminosos. Contrastes que revitalizan el estilo de Miu Miu en una colección en la que el azul se convierte en el protagonista indiscutible junto al estampado floral y los brocados. Una oda a la feminidad más delicada en una propuesta fresca y juvenil.