Patrick Demarchelier, icónico fotógrafo de moda, ha muerto a los 78 años este jueves 31 de marzo. Así lo hacía saber su familia en un comunicado a través de sus redes sociales: "Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de Patrick (...) Le sobreviven su esposa Mia, su tres hijos Grustaf, Arthur, Victor y tres nietos", aunque no se hace saber cuál había sido la causa de la muerte.
Nacido en Francia en 1943, Demarchelier descubrió su vocación y dotes para la fotografía con 17 años, cuando su padrastro le regaló un cámara. Al principio se dedicó a fotografiar a sus amigos y a realizar pequeños trabajos en bodas y otro tipo de eventos. Así fue también como fue aprendiendo por sí mismo otras parten fundamentales del oficio como el revelado de fotografías y hasta el retoque. Fue la que ya era su pasión la que le llevó a mudarse a París. Primero fue asistente de fotografía, luego tomó instantáneas en una agencia de modelos y posteriormente a colaborar en medios.
Pero el inicio de la carrera que le llevó a ser quien es y será para el resto de los tiempos fue cuando se mudó a Nueva York. Allí empezó a trabajar para diferentes e importantes cabeceras como Glamour y posteriormente para Vogue. Allí trabajó durante años mano a mano con Grace Coddington, su gran amiga y mano derecha durante muchos años de Anna Wintour, y juntos llevaron a cabo diferentes editoriales de moda que elevaron a Demarchelier a uno de los mejores fotógrafos de moda.
Su reconocimiento fue tal, que luego se convirtió también en el fotógrafo de la Princesa Diana de Gales, a quien le hizo algunos de sus retratos más icónicos. Pero no fue la única gran mujer que se puso ante su objetivo, con el paso de los años la lista se hizo infinita. La modelos más icónicas de los 90 como Cindy Crowford, Kate Moss, Christy Turlington, Naomi Campbell o Linda Evangelista; y las de las posteriores generaciones como Karlie Kloss, Cara Delevingne, Bella Hadid, Kendall Jenner...
Y no solo modelos, también celebridades como Beyoncé, Oprah, Scarlett Johansson, Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence... No quedó ni una sola estrella en el firmamento mediático sin ser retratada por el francés y cuyas fotografías, pasadas por el blanco y negro que tanto le caracteriza, se convirtieron en icónicas.
Las acusaciones que ensombrecieron su carrera
En cambio, como también le paso a Mario Testino o Therry Richardson, su prestigió también visitó temporalmente los infiernos. Tras una investigación llevada a cabo por Boston Globe, esta sacó a la luz varias denuncias de importantes modelos que señalaban a Demarchelier como un acosador por llevar a cabo prácticas abusivas durante las sesiones de fotos. El propio fotógrafo negó las acusaciones, pero esto no fue suficiente para que el gigante Condé Nast dejase de trabajar con él al igual que había hecho con otros grandes nombres y, por ello, sus últimos años de vida están marcados por la ausencia de grandes trabajos.