Si algo define la serie y el éxito de 'Emily In Paris' es el hecho de ser la 'Sexo en Nueva York' de los años 20 del siglo XXI. Y no solo porque ambas compartan el mismo creador, Darren Star -que también-, sino porque su personaje principal representa las aspiraciones profesionales y no todas las personales de cualquier mujer de su tiemp o. Porque, ¿quién no querría tener un pisito muy mono en plena ciudad de París, un trabajo en una exitosa agencia de comunicación a nivel mundial y un vestido infinito a la friolera edad de 22 años?
Si, porque si todas nos preguntábamos mientras veíamos la serie protagonizada por Sarah Jessica Parker cómo era posible que siendo una simple columnista en un periódico se pudiese permitir un piso de esas dimensiones en la Gran Manzana y un nivel de vida tan alto como para estrenar unos Manolo Blahnik todos los días, con la serie de Lily Collins nos pasa un poco igual. ¿Tan mal no va en la vida o, quizá, a Darren Star se le haya ido un poco la mano inflando en currículum de las protagonistas de sus series? Sinceramente, nos decantamos por la segunda.
Pero si Emily puede presumir de todas estas cosas, de lo que no puede alardear tanto es de tener un estilo único e irrepetible y, mucho menos, crear tendencias en todas sus seguidoras. Y aunque pueda que lo haga, lo cierto es que no hace falta escarbar mucho para descubrir que sus inspiraciones no se alejan mucho de las it-girls del mundo de real como, por ejemplo, Nieves Álvarez.
Un Stephane Rolland Alta Costura de 2017
Así es, la que fue una de las modelos españoles más importantes en los gloriosos años 90 y ahora reconvertida en presentadora de televisión y musa de diseñadores en todo el mundo, es un de esas inspiraciones de las que bebe nuestro irreal ejemplo de vida Emily. Y de ello ha querido dejar constancia la propia Nieves Álvarez a través de su perfil de Instagram. " Lo siento Emily, yo lo vestí primero ", escribe junto a una fotografía suya luciendo un espectacular vestido blanco con un patrón vaporo de lo más espectacular.
Esta prenda se trata de una de las creaciones de Stephane Rolland para su colección Alta Costura primavera/verano 2017 de la que, precisamente, la española es una de sus musas en cada una de sus colecciones. Lo cierto es que no es de extrañar que Álvarez lo luciese primero porque, desde hace muchos años, la modelo apuesta por el diseñador francés para sus apariciones en la alfombra roja. Por ejemplo, lució un vestido suyo para la entrega de los Premios Goya de 2017.