La gran inauguración ya ha tenido lugar, Maria Grazia Chiuri se ha convertido en el centro de todas las miradas gracias al desfile de primavera/verano 2017 de Dior sobre la Paris Fashion Week. La que se convirtió en noticia el pasado verano por transformarse en la primera mujer que ha dirigido la maison, también lo es a día de hoy por ofrecer un espectáculo que ha envuelto a la firma francesa en una oda al feminismo. Este hecho tan revolucionario para una de las firmas de Alta Costura más reputadas se ha convertido en un desfile histórico, pues esta iniciativa, que alza a la figura femenina como protagonista, ha logrado el giro de 180º que todos esperábamos de la directora creativa.
No cabe menos destacar que en ocasiones los cambios se transforman en oportunidades de futuro, siendo este desfile un claro ejemplo de lo que le esperaba a Maria Grazia tras su salida de Valentino. La carga femeninista estuvo más que presente durante el desfile haciendo sentir a los presentes una energía positiva, evolutiva y transgresora.
Como era de esperar, la línea cuidada de Dior brilló por su presencia con unas piezas que, aunque conservando su aire clásico, se decantó por guiños modernistas. Combinaciones racionales que invitaban a la inspiración, unos conjuntos en los que Maria Grazia ha regalado magia y admiración, siendo esta serie de vestimentas un lazo de sentido que conforman un único mensaje: la fuerza de la mujer.
SS 17 de Dior
"Me esfuerzo por prestar atención al mundo y crear una moda que refleje a las mujeres de hoy". La fuente de inspiración -la mujer del siglo XXI- y las piezas que componían el desfile hicieron de él una ovación a la fortaleza, poder y mil caras que puede poseer el espíritu femenino. A través de la delicada iluminación del arte de la esgrima, la directora creativa de Dior convirtió su desfile en la semana de la moda en París en una batalla entre el 'ying y el yang' que invitaba a admirar la presencia de la mujer, así como la antítesis de su elegancia y sobriedad sobre la pasarela.
El desfile de Dior ha conseguido que quienes hayan admirado a la maison desde sus raíces, lo hagamos a día de hoy aún más. La delicada y exquisita forma que ha empleado la diseñadora para reivindicar un hecho social ha hecho que sus diseños cobren un protagonismo especial a través de una fusión de sentimientos que no entiende de géneros, edad y mucho menos de un resultado fijo entre la razón y el corazón. De ahí, la elección por dicho deporte que basa su triunfo en una batalla entre pensamiento, acción y armonía en una misma orientación.
Frases con trasfondo feminista y estampados en detalles paillettes que causaron furor en los últimos minutos del desfile. La fusión del espíritu de una mujer moderna, con aires clásicos, trabajadora aunque con guiños al estilo retro de la moda actual, una mezcla de sentidos que pueden combinarse entre sí y tener como resultado un espectáculo mágico como el ofrecido. Mini vestido de encajes, transparencias y faldas de tul con detalles minimalistas; a la par que los estampados del signo del zodíaco y seres del tarot que invitaban a entrar en la exquisita incertidumbre del destino.
Un desfile que más que defraudar ha conseguido dejarnos con la miel en los labios sobre el futuro de Dior bajo el mando de la gran Maria Grazia Chiuri. La entremezcla de estilos, colores neutros y telas como el tul, muselina o la seda han combinado a la perfección con los bordados, siendo el gran detalle el corazón que hizo uso de presencia en las piezas de las esgrimadoras al principio del desfile, cuyo cometido se forjó en transmitir la fortaleza a través de los grandes sentimientos de la mujer actual, una figura femenina como el talante de Grazia Chiuri.