Daniel Roseberry explicaba tras presentar su colección Alta Costura primavera/verano 2023 para Schiaparelli que la inspiración habían nacido de 'La Divina Comedia' de Dante que se divide en tres libros: 'Infierno', 'Purgatorio y 'Paraíso', que daba también nombre a la colección, ' Inferno Couture '. De esta vuelta sobre la obra del siglo XIV, el diseñador quiso rescatar tres elementos: el leopardo, el león y la loba que representan tres de los pecados capitales: la lujuria, el orgullo y la avaricia.
Para ello creó tres looks de "imitación taxidermista", es decir, que imitaban a animales disecados. Irina Shayk lució un vestido con una enorme cabeza de león en el pecho; Shalom Harlow un vestido palabra de honor con la cabeza de un leopardo también en el escote; y Naomi Campbell lució un abrigo vestido que parecía llevar un lobo colgado del cuello a modo bufanda. Pero fue sin duda Kylie Jenner, invitada al desfile, la que viralizó la colección. La empresaria llevó casi el mismo vestido que Irina Shayk -con evidentes modificaciones- y sus fotografías rápidamente corrieron como la espuma por las redes sociales.
Para muchos fue todo un acierto y un look digno del recuerdo. Otros estaban de acuerdo solo en lo segundo, y no precisamente para bien. La ausencia de una explicación previa a la colección hizo que muchos usuarios de internet pusieran el grito en el cielo creyendo que se trataba de cabezas de animales de verdad; otros, conscientes o esperanzados en que fuera cabezas falsas, simplemente veían en esos tres looks una alegoría de la caza y la ya desterrada utilización de pieles en el mundo de la moda y criticando que, para quienes tienen acceso a la Alta Costura -es decir, los muy ricos-, la preservación del medio ambiente y el respeto por los animales es algo secundario.
Unas críticas bastante feroces que se empezaron a suceder incluso antes de dar comienzo el desfile, principalmente porque la primera en vestirlo fue Kylie Jenner, quien goza de tantos defensores como detractores en todo el mundo. Pero las críticas contra ella y contra el trabajo de Daniel Roseberry para Schiaparelli fueron tales que hasta le parecieron desmesuradas a Ingrid Newkirk, Presidenta de PETA, que salió públicamente a alabar este trabajo y quitarle importancia a las imágenes de los animales en los looks.
Newkirk definió el trabajo del diseñador como algo "fabulosamente innovador" por "celebrar la belleza de los animales salvajes". Para ella, la lectura de los tres looks de la discordia era más "una declaración en contra de la caza de trofeos, en la que los leones y los lobos son destrozados para satisfacer el egoísmo humano", dijo para Page Six Style. " Animamos a todos a seguir con el diseño 100% libre de crueldad que evite el sufrimiento animal y muestre el ingenio humano " como el de Roseverry.
"Celebrar la belleza de los animales salvajes"
Y es que el director creativo de la maison francesa explicaba también junto a su colección cómo se había fabricado las tres cabezas de estos animales a base de resina, espuma y otros materiales. Pero la polémica era tal, que la propia firma explica en cada uno de los post de su cuenta de Instagram en la que se presume de estos looks que "ningún animal ha sido dañado", por si todavía a alguien se le pasaba por la cabeza que se había matado algún león, algún lobo o algún leopardo para la fabricación de estos looks Alta Costura. El valor de las prendas no está en el animal, sino en las hora que se dedica para confeccionarlo.