El pasado mes de mayo de 2019 durante el evento Fashion Positive, que se celebró en Reino Unido con la finalidad de promover la moda sostenible y práctica para el medio ambiente y que apoya también a la producción local, el Príncipe Carlos de Inglaterra mantuvo una animada conversación con dos jóvenes creadores de la marca Vin+Omi, una firma que realiza sus colecciones tanto con plásticos reciclados como con materiales naturales como las ortigas. Fue entonces cuando el hijo de la Reina Isabel II les dijo que él tenía una gran cantidad de esa planta en su jardín de Highgrove y que podrían usarlas sin problema.
Por aquel entonces todos se rieron mucho y parecía un divertido chascarrillo del Príncipe Carlos pero tiempo después llegó a la oficina de Vin+Omi una carta que les hacía saber, de forma oficial, que todas esas plantas de ortiga estaban a su disposición para seguir adelante con la producción de sus diseños. Y así fue. Más de 3.000 plantas salidas de las propiedades del Príncipe de Gales han sido tratadas y trabajadas para convertirse así en tejidos aptos para la creación de diferentes prendas de ropa.
Ha donado sus ortigas para la producción de ropa
A pesar de su implicación en la dicho proyecto, el Príncipe Carlos no se ha animado -todavía- a diseñador ninguna de las prendas de la marca que, además, destaca por un estilo punk británico propio de los años 80. Un estilo que, de primeras, no pega mucho con la elegancia distintiva de elegante padre de los Príncipe Guillermo y Harry. Sigue así también los pasos de su nuera Meghan Markle quien, tras convertirse en coeditora de Vogue UK, anunció que había diseñado una colección en colaboración con una marca también a favor de la sostenibilidad.
