Este fin de semana ha tenido lugar durante la Semana de la Moda de París uno de los momentos más esperados de la Fashion Week. En uno de los salones del Palacio Nacional de los Inválidos, Dior presentaba sus propuestas para la próxima primavera/verano 2013 de la mano de Raf Simons.
El modisto belga se enfrentó a un público ansioso por conocer el trabajo del sustituto de John Galliano. Un reto que Raf Simons superó con éxito mostrando unas magistrales y frescas propuestas.
El debut de Simons
Un homenaje con el que rememoró los orígenes de Dior desde que en 1947 fuera fundada. Un recorrido recorrido a lo largo de la historia de la casa que se desarrolló en un delicado y elegante escenario blanco adornado con cortinas rosas de organza.
Simons recupera el espíritu de la casa con la chaqueta bar que escandalizó a la sociedad durante los años cuarenta y que el belga no tardó en convertirla en vestido, ya sea con en palabra de honor o con mangas, pero sin perder la esencia original de esta prenda.
Encontramos al mismo tiempo referencias al look masculino. El esmoquin negro se adorna con sofisticados fulares alrededor del cuello. Chaquetas que más tarde se alargan y evolucionan hasta convertirse en vestidos que se estrechan a la altura de la cintura.
Además del negro, los tonos neutros como el blanco y el azul marino llenan la noche de sofisticación, pero Simons también saca su lado más optimista con colores como el amarillo y el rojo entre sus propuestas más llamativas y el rosa o el verde pastel entre los tonos más empolvados.
Los tejidos vaporosos como el tul, la organza o la seda, envuelven diseños de corte 'A'. Los brillos también ocuparon una pequeña parte del ansiado desfile, junto con las rayas y el degradé.