La Colección Crucero de Dior es una de los acontecimientos que más expectación crea en el mundo de la moda, y este miércoles tuvo lugar en la ciudad neoyorquina de Brooklyn. Y no decepcionó. Desde el 'front row' de lujo que tuvo, hasta la música y la decoración, pasando (claro) por los looks que Raf Simons propuso después de su segundo año al frente de la firma.
La gran puesta en escena a ritmo de música electrónica fue admirada por la reina de Barbados, Rihanna, que no se pierde ni un desfile. Tampoco pudo faltar la embajadora de la firma, la actriz Marion Cotillard, y junto a ellas, una embarazada y guapísima Leele Sobieski. Tampoco quisieron perderse el evento grandes personalidades de la moda y el cine como Laetitia Casta, la 'it' y fashion-blogger Hanneli Mustaparta, Helena Christensen o Maggie Gyllengaal.
Talle altísimo, la sorpresa de Dior
La Colección Crucero 2015 estuvo cargada de discreción y elegancia, como es habitual ya en la firma, y además, Raf Simons mostró las pautas que iban a regir en la firma tras dos años como director de la misma. Ante la atenta mirada de más de 1.000 asistentes, Raf Simons estableció los códigos de su concepción sobre la moda.
Una de las novedades de la colección fue descubrir el talle extremadamente alto de pantalones y faldas, que se tejían en algodón troquelado o en mikado de seda, que se combinaba con estampados inspirados en en grandes flores deformadas, desgranadas y acuareladas, en clave abstracta. El corte de vestidos y faldas se movía entre el biés y los atrevidos asimétricos de faldas y vestidos, dando un toque rockero y nuevo a la colección.
Los chalecos de silueta 'bar' o vestidos y abrigos impregnados de pinturas sorprendieron a todos los asistentes. "Quería explotar el concepto del estampado sin un resultado demasiado romántico ", declaraba el diseñador poco antes del desfile. Consiguió su objetivo: los estampados (incluso los floreados) de la colección se alejan y toman distancia del concepto romántico e inocente al que suele ir asociado. Parece que el nuevo director de la 'maison' está asentando el minimalismo ilusionista al que siempre se ha querido acercar.
Simetría y desorden se mezclan en los vestidos
¿Quién dijo que la sobriedad está reñida con los estampados? Raf Simons demostró, poniendo el color negro en la gran mayoría de sus propuestas, que la elegancia de este color no tiene por qué significar seriedad, y lo hizo a través del 'mix' de estampados de rayas y flores: una idea atrevida y rompedora que combina la geometría y el orden de las rayas y el toque más desenfadado de las flores.
El vestido fue por excelencia la prenda estrella de la colección: Dior apostó por el vuelo en la falda, separándose por completo de las faldas-tubo o lápiz, con cortes de todos estilos y gran diversidad de escotes: asimétricos, cerrados, redondos, en V, o palabra de honor. Toda una oda esta prenda que tanto nos gusta.
Sin duda una colección en la que el estampado abstracto, inspirado en la deconstrucción de esculturas y formas, y combinado con un sencillo negro que le aporta el toque elegante, son los protagonistas. ¿Multicolor? Sí, pero acompañado de la sencillez y la proporcionalidad que aporta siempre el negro.