Dicen que es mejor evitar las comparaciones, pero hay ocasiones en las que son inevitables. Esto siempre ocurre cuando tienen lugar los esperados encuentros entre nuestra Reina Letizia y la Reina Rania de Jordania. Dos mujeres con vidas similares, de esbelta figura y cuyos estilismos son analizados a nivel internacional. Esta vez ha sido la Reina del país jordano la que ha viajado hasta nuestro país engalanándose con tres estilismos que hacen comprender porque muchos la coronan con un segundo título: la Reina del estilo.
Primer encuentro entre ambas Reinas: ¿El lugar? El aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, donde los soberanos españoles atendieron a la llegada de sus homólogos jordanos, que acudieron a la capital en un viaje de trabajo. Y por fin descendieron del avión y ambos matrimonios se saludaron cómplices demostrando la complicidad que existe entre ellos. Y el duelo entre los outfits de las Reinas comenzó.
Un vestido elaborado en tweed y crepé de un color rojo amapola fue la correcta elección de Letizia, modelito de Felipe Varela que ya había vestido dos veces anteriormente. De manga larga y largo hasta las rodillas, la Reina remató su look con una pequeña cartera de Adolfo de la misma tonalidad que su atuendo, unas ondas muy marcadas en su corta melena midi, y unos salones rojos también del mismo color. La vestimenta escogida por la Reina hizo que esta pudiera lucir un envidiable tipazo.
Cuestión de naturalidad
Sin embargo, el tejido del vestido tenía unos leves brillos que lo hacían ser quizá un traje más adecuado para veladas nocturnas. Además, quizá complementos en otras tonalidades habrían encajado mejor, los looks total red quizá sean un poco demasiado estridentes para la vista. ¿En cuanto a las ondas de su melena? El pelo rizado siempre aporta naturalidad y resta formalidad a los outfits, ideales para atuendos de día. Sin embargo quizá las de nuestra Reina se pasaban con la definición, un peinado algo más despeinado le habría dado a Letizia una imagen más espontánea.
Caminando y charlando a su lado se encontraba Rania de Jordania tras haber descendido del avión. Adentrándonos en sus elecciones, descubrimos que lo que parece un look poco arriesgado de un primer vistazo, resulta tener mucha enjundia. Rojo, blanco y azul celeste para un ligero abrigo abotonado fue la combinación de tonalidades elegidas por la jordana: Difícil mix, pero acertó. Una falda midi azul empolvado y unos Christian Louboutin en animal print y con la misma paleta de colores completaban una apariencia muy diurna y natural. Rania dejó volar su larga y lisa melena al viento, también muy apropiada para eventos que tienen lugar durante el día.
En esta primera confrontación, no hay que negar que la Reina Letizia iba divina, y destilando elegancia ahí por donde pisaba, pero Rania llevaba una vestimenta más adecuada para la circunstancias.
Rania de Jordania: Seguidora de las últimas tendencias
Después de una calurosa bienvenida, la Reina hachemita acudió en solitario a una visita al centro cultural Mediolab Pardo. Anonadados nos quedamos con un look 10, imposible pasarlo por alto. Siguiendo la tendencia de las faldas midi y las lazadas al cuello Rania de Jordania se decantó por una falda de cuero negra y un blusón anudado con líneas burdeos. Estas iban a la perfección con unos asimétricos tacones negros de ante también burdeos que estilizaban su figura.
Y después de este breve paréntesis, se produjo el segundo encuentro entre las dos jóvenes monarcas. Quizá porque tenemos una Reina muy discreta que no quiere que la visita de los Reyes Jordanos solo se base en una comparación de estilos, Letizia optó por una indumentaria que había llevado anteriormente once veces. Un fondo de armario, un Felipe Varela entallado, confeccionado con lentejuelas negras. Adivinamos que probablemente sea una de sus prendas favoritas. Un moño bajo componía un peinado óptimo para la ocasión: Una cena privada organizada en el Palacio del Pardo. En definitiva, una opción correcta pero poco arriesgada.
Por su parte la Reina hachemita se cambiaba el outfit por tercera vez en cinco horas, haciendo las delicias de los fotógrafos. Demostró ser una auténtica seguidora de las más recientes tendencias. El vestido midi negro con manga francesa y detalles de joyas en puños y cuello era una monada. Pero lo más bonito de su look sin lugar a dudas fueron sus distintivos zapatos peeptoes con abertura en el empeine. Imposible no enamorarse de ellos, Rania de Jordania salió bien parada siguiendo eso que dicen de que 'quien no arriesga no gana'.
Todos aguardábamos con ilusión este encuentro entre dos mujeres que por su condición de Reinas se han convertido sin quererlo en embajadoras de la moda. En esta breve visita de los Reyes hachemitas, Rania de Jordania ha conseguido subirse al podio del estilo con Nuestra Reina siguiéndola muy de cerca.