La expectación durante la proclamación de los nuevos reyes Don Felipe VI y Doña Letizia era máxima. El atuendo de Doña Letizia era una de las grandes incógnitas que presidía el acto. Todo apuntaba a que la nueva Reina de España volvería a confiar su estilismo a su diseñador fetiche, el español Felipe Varela, y así ha sido.
Como complementos, la nueva Reina de España ha sido fiel al estilo austero y sobrio del que se venía hablando las semanas antes del acto: la única joya que ha adornado el estilismo de la Reina ha sido un lazo perteneciente a la orden de Carlos III que llevaba junto al pecho. Como siempre, una acertadísima decisión por parte de Doña Letizia.
Los tonos pastel protagonizan el acto
Los colores claros han sido los protagonistas durante la mañana del acto. La gama de los pasteles han sido los escogidos por Doña Sofía, que llevaba un vestido en amarillo pastel, por la nueva Princesa Leonor, que llevaba un vestidito brocado en rosa empolvado y por la Infanta Sofía, que llevaba uno igual que el de su hermana en tono verde menta, ambas con bailarinas en tono metalizado.
Por su parte, el Rey Felipe VI ha lucido el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra. Su uniforme ya luce todas las insignias propias de Capitán General de todos los ejércitos, y Don Juan Carlos I le ha impuesto el fajín en un emotivo acto, un fajín que le pertenecía y que, simbolizando la cesión del trono, le ha cedido a su hijo.
Nada tiene que ver el estilismo de la Reina Letizia con el que lució Doña Sofía casi cuarenta años antes, en 1975, el día de la coronación de Don Juan Carlos I. En aquella ocasión, Doña Sofía despuntó con un diseño largo con abrigo y bolso a juego en tono fucsia, un color muy representativo de nuestra nación, el mismo que los capotes. Estuvo adornado con la banda de la Orden de Isabel la Católica. A pesar de no ser una decisión fácil por la reciente muerte del General Franco, Doña Sofía huyó del luto durante el acto, aunque pronto cubrió su vestido con un abrigo negro para guardar respeto por el General.