Como cada año, el día 6 de enero, Día de Reyes en España, los Reyes Felipe VI y Letizia dan comienzo a su agenda oficial del nuevo año con la celebración de la Pascua Militar. Un simbólico acto que sirve para hacer balance del año que acaba de terminar y pone la vista en los próximos 12 meses. A eso de las 11:30 de la mañana y tras unas primeras horas en familia en La Zarzuela al igual que otras muchas familias en España, los Monarcas ponían rumbo al Palacio Real donde tendría lugar este evento.
Lo hacían en compañía únicamente de una de sus dos hijas, la Infanta Sofía, ya que la Princesa Leonor, como ya ocurrió en 2022, se encuentra ya en Gales donde cursa sus estudios de bachillerato en el UWC Atlantic College. Nada más llegar, los Reyes saludaban a las tropas que les recibían en el Patio de Armas junto con otras figuras institucionales como el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el Ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska; y la Ministra de Defensa, Margarita Robles.
Pero a pesar del importante papel del Rey Felipe VI durante este acto, lo cierto es que quien acapara siempre más miradas es la Reina Letizia. Esta primera aparición pública tras las vacaciones de Navidad marca también el comienzo de un nuevo año el vestidor de la Monarca, siendo este primer look toda una declaración de intenciones. Y como ya hizo en los pasados años como un gesto de austeridad por los tiempos complicados que se están viviendo, la Reina Letizia ha optado de nuevo por tirar de archivo en su vestidor y coger un look que ya le habíamos visto en otra ocasión.
Un Felipe Varela de 2013
Concretamente en la recepción del cuerpo diplomático del año 2013. Este es otro de los primeros eventos del año en su agenda real y guarda muchas similitudes en cuanto al protocolo que ha de seguir a la hora de vestir. Por este mismo motivo, no es raro ver como la Reina Letizia utiliza de unos años para otros los looks que se puso en estos dos actos públicos ya que el clima suele ser muy parecido y por lo tanto la colección de las prendas es muy parecida: tejidos más gruesos para las bajas temperaturas, manga larga y la falda larga, en este caso también para ser firme con el protocolo.
El vestido en cuestión se trata de un diseño de Felipe Varela en color vino con detalles de encaje en mangas, torso y parte baja de la falda así como un bordado de camafeo en el pecho bajo un discreto cuello redondo. A su llegada al Palacio Real, la Monarca lucía sobre el vestido una de sus también conocidas capas de vuelo en color negro.
La elección de este vestido puede que signifique también toda una declaración de intenciones. Cuando todavía era Princesa de Asturias, el diseñador Felipe Varela era quien realizada todos y cada uno de sus looks. Algo que cambió con su ascenso al trono, aunque con la decisión de volver a reutilizar prendas de su vestido hizo que Varela volviese a ser protagonista de algunos de sus actos oficiales.