La segunda jornada de Madrid Fashion Week ha contado con uno de los desfiles más esperados cada edición de la pasarela madrileña: la lencería de Andrés Sardá. Una vez más la diseñadora Nuria Sardá ha hecho las delicias de todos los presentes en el front row con una colección muy luchadora.
Inspirándose en los valores de la revolución francesa, Victoria Abril ha sido la encargada tanto de abrir como de cerrar un desfile que también ha contado con otras dos caras muy conocidas: Joana Sanz y Rocío Crusset, que estaba apoyada desde la fila de honor por su madre Mariló Montero.Todas ellas han formado parte de un desfile que ha venido marcado por tres tonalidades: berenjena, granate y el siempre necesario y certero negro. Tres colores que no faltan nunca en las colecciones lenceras más sexys.
Hasta María Antonieta estuvo en el desfile
Con esa gama cromática, el tul, el encaje chantilly -que vuelve una temporada más y ya son muchas-, los volúmenes y las transparencias han hecho el resto. Estas tendencias han marcado un desfile muy revolucionario que ha tenido un final magnífico con Victoria Abril convertida en la mismísima María Antonieta.