Rocío Herrera, hija de Mariló Montero, convertida en modelo para la firma Biombo 13

Rocío Herrero, hija de Mariló Montero, da sus primeros pasos como modelo

Rocío Herrera es el nombre de la hija de Mariló Montero y Carlos Herrera. Un nombre que promete dar mucho que hablar, y no por la fama periodística de sus padres, sino por sus dotes como modelo. La joven de 20 años se ha convertido en la nueva embajadora de la firma Biombo 13, demostrando que, aunque estudia Administración y Dirección de Empresas en la Universidad San Pablo CEU de Madrid, lo que verdaderamente le apasiona es el mundo de la moda y los posados.

Rocío Herrera se ha alejado por completo de la faceta periodística de su madre, pero lo que sí ha heredado la joven es su belleza. Su gran parecido físico con su progenitora y su talento posando ante el objetivo de las cámaras la han llevado a dar un pasito más en su formación como modelo. Sin embargo, Rocío tiene claro que no quiere saltar a la fama por ser 'hija de' y por eso evita a toda costa que en su vida laboral la relacionen con sus padres.

Rocío Herrera se convierte en la embajadora de Biombo 13

Tal y como confiesa a Vanitatis Pilar Hormaechea, fotógrafa de la sesión de Biombo 13 para la temporada otoño/invierno 2014, " en ningún momento sabía que era hija de Mariló Montero. La vimos en una agencia de modelos y nos gustó mucho. Más tarde, tras hacer la sesión de fotos, nos dimos cuenta de quién era al ver sus redes sociales. Entendimos el porqué de su gran parecido con la presentadora".

Rocío no quiere darse a conocer como 'la hija de'

Con la cabeza bien amueblada y demostrando una gran madurez, Rocío quiere demostrar que tiene aptitudes suficientes para hacerse un hueco en el mundo de la moda por ella misma sin necesidad de utilizar sus apellidos : "Ella no quiere darse a conocer de esta forma, ha hecho algún que otro trabajo de moda. La contratamos antes de saber que era hija de Mariló", decía Hormaechea.

Rocío Herrera con una blusa color burdeos posa para Biombo 13

En las fotografías de la sesión, que tuvo lugar en la bonita ciudad de Santander, vemos a Rocío muy desnhibida ante las cámaras posando con las prendas de Biombo 13, que en su mayoría siguen patrones sencillos, colores lisos, texturas suaves y tejidos ligeros. Blusas, pantalones de pata elefante, monos y vestidos largos en colores tanto enérgeticos, como el morado brillante, como más luminosos, como el beige o el azul klein, y también apagados y acordes con el otoño, como el gris o el azul marino.