El tan característico estilo de Yves Saint Laurent cuya seña de identidad son los cuadros tartán se ha visto reflejado en la recién salida del horno colección de Blanco. La firma española ha tomado la decisión de retroceder atrás en el tiempo y volver a llamarse simplemente Blanco dejando el nombre de SuiteBlanco atrás. Y lo celebran con un toque de frescura, el lanzamiento de la colección Tartán donde el icónico estampado de cuadros predomina ante todo y seguro pasará a formar parte de nuestros closets invernales.
Este característico estampado imprime carisma a cualquiera que se atreva con ella. Similar a los míticos cuadros escoceses tan conocidos a nivel internacional, es un tipo de grabado de tendencia rockera, aunque también implica una pincelada navideña. El tartán es llamativo, y Blanco opta por añadirlo a prendas con escasas florituras, para no caer en la trampa de los looks sobrecargados. Blazers, minivestidos de talle amplio, pantalones rectos o faldas y vestidos largos son algunas de las prendas que llevan impreso este estampado.
La rebeldía de un estampado transgresor
Al ser los cuadros bastante vistosos, las prendas con las que se pueden combinar las piezas de la colección se ven limitadas. Blanco no duda ni un momento a la hora de decantarse por diseños lisos: Jerseys de cuello alto o camisas en color blanco o unos jeans básicos son esenciales para conseguir un equilibrio óptimo. En cuanto a los colores, la paleta también está algo restringida, no todo vale con el arriesgado tartán. El rojo y negro son un must, y a estos se le unen tonalidades azuladas y el blanco.
La idea de desarrollar este innovador proyecto ha sido fruto de la imaginación de Amy Molyneaux: La nueva directora creativa parece que va a dar de que hablar. Su elección de escoger los míticos cuadros como forma de identificar la colección tiene como trasfondo la transmisión de una actitud rebelde, que siempre se ha asociado al estampado a lo largo de la historia de la moda. De origen punk, lo promovió la gran modista Vivienne Westwood, convirtiéndolo en un clásico símbolo de la juventud.
Como todo el mundo sabe, la moda es cíclica y este invierno Blanco nos devuelve los cuadros tartán para que los disfrutemos de nuevo. Su característico estilo transgresor retorna con fuerza este invierno.