Como en todas las entregas de premios, están las invitadas que despuntan por el buen gusto y la elegancia a la hora de elegir sus looks, y las que despuntan más bien por todo lo contrario. En la entrega de los BAFTA 2018, teniendo en cuenta que el protocolo marcaba vestimenta negra como apoyo al movimiento Time's Up la cosa no parecía demasiado complicada...
Con el negro es prácticamente imposible fallar pero, aún así, ha habido algunas de las asistentes a la entrega de los premios cinematográficos de la Academia de cine británico que no han conseguir convencer con los estilismos elegidos.
Además curiosamente, casi todas ellas se han equivocado al decantarse por looks con los que presumían de piernas. Ese es el caso de Karen Gillan, que optó por un vestido negro muy sencillo pero demasiado corto en la parte delantera, por lo que la capa trasera, que era muy acertada, quedó en un segundo plano.
Las transparencias les han jugado una mala pasada
Por su parte, tanto en el caso de Saoirse Ronan como en el de Sophie Cookson, el error que cometieron son esa falda transparente con la que pretenden lucir piernas. Además, mientras en el caso de la primera el modelito en cuestión de Chanel tenía plumas en la zona de la pequeña falda que cubría lo justo, en el caso de la segunda esas plumas estaban en el escote.
Misma línea en la que fue Anya Taylor Joy, mientras que Allison Janney decidió que el vestido únicamente negro era demasiado soso y le quería aportar un toque galáctico. Quizá de ahí esa estructura que forman unas mangas y se introduce por el cuello que bien podría ser parte del traje de un astronauta. Si únicamente hubiera dejado ese toque plateado en la zona del palabra de honor...