Si te apasiona la moda, probablemente hayas escuchado el nombre de Vera Wang al menos una vez en la vida. Esta joven diseñadora conocida por sus propuestas de novia y alta costura, ha diseñado vestidos para muchas celebridades, desde Katy Perry a Rita Ora, siempre con diseños modernos que se hilan con la elegancia tradicional de su estilo propio.
La fiebre Wang no ha contagiado solo a las celebridades, sino a miles de novias alrededor del mundo. Inspiración victoriana, tul francés y flores de gran tamaño se tejen en distintas propuestas de novia que se han convertido en un statement en el mundo de la moda. Pero para la Semana de la Moda de Nueva York, la diseñadora estadounidense quería hacer algo completamente diferente y fuera de su zona de confort.OSCURIDAD Y MISTERIO
"Era muy importante para mí poder explorar la noche en un contexto completamente diferente, y pienso que con esta colección particular encontré una manera más juvenil y extravagante de ver la noche", apunto Wang en una breve entrevista en el backstage tras su desfile del martes por la noche. La diseñadora ha creado y confeccionado una propuesta de noche diferente, descomponiendo literalmente los tradicionales patrones de sus diseños más icónicos para lograr una nueva silueta femenina. "No tenían que ser vestidos, y no tenían que estar construidos hasta el punto de que implicara formalidad" agregó. Diseños informales, pero cautivadores y con cierto punto de extravagancia.
La histórica James B. Duke House en la Quinta Avenida de Manhattan, una mansión de principios del siglo XX que estaba en la llamada Millionaire's Row (Fila de los Millonarios) que ahora alberga al Instituto de Bellas Artes de la Universidad de Nueva York se convirtió en el escenario perfecto para presentar sus nuevos diseños. El desfile se abría con una larga camiseta negra de seda con tiras asimétricas combinados con pantalones cortos confeccionados en negro. El mismo diseño se imprimió en colores neón, lavanda y rojo brillante, tonalidades distintas para la diseñadora. Vestidos confeccionados con tul y volumen infinito en verde, arena y gris, su seña de identidad.Vera Wang nació en 1949 en Nueva York, fruto de una pareja de inmigrantes procedentes de Shanghai. Como todos los genios y maestros su pasión por la moda nació cuando era niña. Junto con su madre, asistía a distintos eventos de alta costura lo que despertó cierta sensibilidad por el arte y la artesanía. Un hecho interesante sobre ella que no todo el mundo sabe es que, antes de trabajar para la revista Vogue, fue deportista de élite en la categoría de patinaje artístico, participando en los Campeonatos Nacionales de EE. UU. de 1968 y 1969.
A principios de la década de los 90, comenzó a trabajar como diseñadora de trajes de novia y, con la ayuda financiera de su padre, abrió uno de sus talleres insignia en el Hotel Carlyle de Nueva York, donde, aún hoy, muchas de sus primeras creaciones siguen expuestas. En poco tiempo su etiqueta personal se convirtió en sinónimo de éxito y buen hacer, especialmente en Hollywood, donde una suma considerable de celebridades apreciaban sus innovadores diseños.A pesar de sus elegantes y sofisticados diseños, hay que apuntar el hecho de que la diseñadora viste exclusivamente de negro. Si nos preguntamos por qué, tan solo tenemos que recordar la camiseta y los pantalones negros de Steve Jobs. En una entrevista a Harper's Bazaar, la diseñadora apuntaba: "Como la mayoría de los diseñadores, tengo que tener uniforme y el mío es un legging. Y si no es un legging, es un pantalón que es como un legging ". Uniforme que se ha convertido en santo y seña de una diseñadora cuyo nombre es sinónimo de clase y éxito asegurado.