Sofisticada, trabajada y lujosa, así definían Roberto y Marta Torretta, padre e hija, la colección que han presentado en la Semana de la Moda de Madrid, su colección otoño/invierno 23/24. Esta colección es la simbiosis perfecta entre dos generaciones, la muestra de un relevo que está tomando la marca en la que Roberto Torretta intenta dejar su legado en las mejores manos, la de su hija, otra Torretta.
Para ello han hecho un trabajo de modernizar las prendas que ha hecho la firma a lo largo de su historia, un avance necesario que han tener todas las marcas para acompañar el paso de tiempo y los cambios en la sociedad que no dejan de sucederse. Para ello, definen también la colección como una sucesión de looks sencillos pero elegantes, perfectos para el street style y también para un público amplio de todas las edades.
Roberto Torretta apuesta pro el slow fashion
Esta sería la parte que aporta la visión de Marta Torretta. Por su parte, Roberto aporta ese buen hacer de su firma, cuidando cada una de ellas con el mimo que caracteriza a la costura, otro de los pilares sobre los que se asienta la marca. Para ello, a simple vista, no se veían prendas extravagantes más allá de los toque de color que se resumía en tres tonos base: el beige, el lila y un burdeos más fuerte con algún marrón casi negro.
Lo llamativo se encontraba en el aura lujoso que tenían todas ellas. El Alta Costura, la sastrería llevada a prendas del día a día, lo propio de lo que llamamos Slow fashion. Eso se notaba también en los materiales: el principal era un crepe de lana muy trabajado, pesado, que daban consistencia a todas y cada una de las prendas; y el cuero envejecido. Materiales de alta calidad que hacen de la colección de la compra perfecta para las amantes de la moda a largo plazo, las que priman la calidad a la cantidad.