No hay nada más primaveral que las flores y esa ha sido la inspiración más clara de Tadashi Shoji de cara a la próxima primavera verano. El diseñador divide su colección en dos cortes distintos, por un lado tenemos las formas más ligeras y etéreas, ideales para la noche, y por otro las estructuras más rígidas, que convierten a la mujer en una parte más de la corola.
El tul y los tejidos vaporosos son los materiales elegidos por el modisto para los eventos nocturnos. Escotes asimétricos con una sola manga, cortes túnica, aberturas que dan movimiento a las telas y fruncidos son algunas de las señas de identidad. El blanco es el tono estrella, con pinceladas abstractas de amarillos y rojos. El nude no podía faltar al evento y aquí nos llega tanto en diseños inspirados en los años veinte y dignos de 'Downton Abbey', con volantes plisados en sus faldas, como en trajes propios de la alfombra roja con transparencias en el tronco y faldas con movimiento.
La mujer se viste con pétalos
Las formas diurnas de Shoji toman materiales más rígidos, idóneos para crear estructuras florales con las telas. Frondosos fruncidos decoran los escotes de las modelos, como si de un clavel se tratase, y pétalos invertidos se convirten en la estructura de un vestido palabra de honor con degradado en rosa.
El escote barco da forma algunos de los diseños más propios del día a día, con amplios volantes cubriendo el pecho. Los abullonados también pasaron por la pasarela en forma de faldas globo, e incluso en un arriesgado mono malva que simula un traje de chaqueta.