Galería: Los mejores disfraces para Halloween
Como cada año, la noche del 31 de octubre y la madrugada del 1 de noviembre se celebra la noche de los muertos. Todo tipo de personajes terroríficos toman las calles, tanto de día como de noche, y en todas las franjas de edad. Halloween tiene su origen hace más de 3.000 años, cuando los pueblos celtas de Europa celebraban su Año Nuevo ( el Samahin ), coincidiendo -aproximadamente- con nuestro primero de noviembre.
La historia detrás de Halloween
Según las creencias de la época, la noche anterior los espíritus caminaban sobre la Tierra en su vieja hasta el más allá y lo haciendo acompañados de otros personajes mitológicos -para ellos existentes según sus creencias- como hadas, demonios y otro tipo de criaturas. Coincidiendo además con la transición entre estaciones como el otoño y el invierno, el evidente cambio de clima significaba para ellos la despedida del Dios Sol (Lugh) marcando así el inicio de los días cortos y las noches larga y frías.
Con el tiempo, esto acabó convirtiéndose más en una tradición festiva en la que la gente se disfraza de esos personajes terroríficos, aunque la cosa ya va más allá de los muertos, las hagas y otras criaturas. El cine y la televisión han dado mucho imaginario para noches como esta, además también de la disponibilidad de materiales para conseguir que esos disfraces sena realistas y, sobre todo, terroríficos.
Con esto esto en mente, hay una serie de puntos a tener en cuenta a la hora de escoger nuestro disfraz de Halloween, ya no solo para ser el mejor disfraz de la noche, sino para simplemente no ser uno de los peores, los más llamativos o incluso los más fuera de lugar. Para evitar pertenecer a cualquiera de estos grupos, lo mejor es tener en cuenta una serie de puntos antes de ponerse manos a la obra con el disfraz par la noche de los muertos.
Los clásicos y repetitivos
La mayoría opta por disfrazarse en un día tan señalado como este, en cambio existen una serie de disfraces para Halloween que están excesivamente vistos. ¿Quién no se ha encontrado con una bruja, un zombie, un vampiro o un esqueleto ? Por eso, es muy importante que intentemos ser siempre originales a la hora de escoger nuestro disfraz para no acabar cayendo en tópicos o perteneciendo a un extensísimo grupo de personas disfrazadas igual que tú.
Descarta todos aquellos que hayas visto en gran cantidad de ocasiones e inspírate en cómics y películas para encontrar al villano más tenebroso para ti. Si te haces el disfraz tú mismo, probablemente crees una forma de diferenciación y, aunque alguien haya escogido el mismo personaje, seguramente el traje no será completamente igual.
El que falta al respeto
Existen disfraces que pueden herir sensibilidades, especialmente cuando se trate de cosas escatológicas o personajes famosos controvertidos. Si no queremos tener problemas con nadie durante la noche de Halloween deberías optar por un disfraz basado en un personaje de ficción, ya que si te inspiras en un personaje real puede que molestes a un tercero.
Ejemplo de ello son los disfraces de monja, cura, personajes famosos de actualidad o de alguna profesión en concreto, como policía o enfermera. Además hay tendencia a usar poca ropa, tanto en hombres como mujeres, lo que hace al disfraz más soez y vulgar. En lugar de llamar la atención por la originalidad y el trabajo realizado a la hora de escoger el traje, lo harás por la falta de gusto e incluso demasiado fuera de lugar.
El nada elaborado
Tan malo es no ir disfrazado a una fiesta de Halloween, como el escoger un traje que no te quede nada bien o que se note que no está propiamente elaborado. La mayoría de gente se toma su tiempo para pensar qué se va a poner en la noche de los muertos. Eso implica no solamente el pensar qué nos vamos a poner con tiempo, sino también cómo vamos a conseguir el traje, qué detalles le vamos a añadir al disfraz y cómo nos pintaremos la cara o nos peinaremos el cabello.
Por eso, si no tenemos tiempo de pensar en un disfraz muy elaborado, lo mejor será que no improvisemos uno en el último minuto. Si no tenemos el tiempo necesario, podemos optar por un disfraz más sencillo que no requiera tanto tiempo de preparación o pedirle ayuda a un amigo para asegurarnos de que nuestro traje no despuntará por ser el menos elaborado, dando así una mejor imagen y que nos podamos sentir seguros y felices durante la fiesta de Halloween.
Así pues, si cumplimos estas tres sencillas reglas de disfraces que nunca nos deberíamos poner para la noche de los muertos, nos aseguraremos acertar con un traje original y divertido, sin herir sensibilidades y demostrando que nos importa la celebración y queremos pasarlo en grande.