Victoria's Secret, la marca más famosa de lencería en el mundo, ha vuelto a recuperar una de sus líneas más famosas: la de bañadores. Desde que empezó a despuntar en los años 90, verano tras verano el catálogo de bañadores de la marca causaba muchas expectaciones. Pronto dejó de ser un simple catálogo y, como todo en VS, se convirtió en espectáculo.
Todo un escuadrón de modelos viajaba hasta islas paradisíacas para posar con bikinis y bañadores. Esta idea era tan suculenta que rápidamente la marca vio esto como un reclamo y emitió, durante dos años, un especial de verano emitido en CBS (al igual que el desfile anual de la marca) a modo documental de como transcurrían estos días de trabajo para las modelos. Esto se convirtió en una millonaria inversión que llevaba de la mano un coste elevado de los productos para que resultasen rentables.
Por este mismo motivo la marca retiró de su producción en 2016 bikinis y bañadores junto con las colecciones de calzado y accesorios. Por aquel entonces las aparentes razones fueron la simplificación de la marca para enfocar todo hacía la línea principal, la de ropa íntima. Desde entonces la marca no ha dejado de bajar punto en todos los aspectos: las clientas ya no se ven representadas en los ángeles de medidas perfectas y, consecuentemente, escogen otras marcas para comprar.
Elevados precios
Sea como fuere, con la época estival a la vuelta de la esquina, Victoria's Secret ha anunciado a bombo y platillo que volvían al mercado de la ropa de baño. Sus redes sociales se han plagado casi en su totalidad de fotografías de esta nueva campaña de baño. Bikinis y bañadores con estampados de flores, colores vivos, neon... y el clásico negro. Eso sí, aún que la sexualidad que rebosan es la misma, si se nota algunas diferencias. ¿El escenario? Miami que, aún que cuenta con playas paradisíacas, nada tiene que ver con St. Barths.
Pero otra cosa en la que no ha cambiado han sido los precios. Estas prendas que lucen modelos como Sara Sampaio o el nuevo ángel de la marca, Barbara Palvin, oscilan entre los 42 euros (solo la parte de arriba) hasta los 185 euros si se habla de un bañador de tres piezas. Además de esto, las colección solo se puede comprar a través de la página web y no está disponible en tienda físicas como las que tienen repartidas por todo el mundo.