Ante las necesidades planetarias en vista de la crisis climática, Vogue Italia deja a un lado la alta costura, las supermodelos o los zapatos de infarto para ofrecer una portada nunca antes vista para el comienzo del 2020. ¿La idea? ¡No usar modelos! La revista anunció que está a la altura del desafío de reducir las emisiones de carbono al publicar su último número sin ninguna fotografía editorial, donde aseguró que una sesión fotográfica consume más de lo que se piensa.
"Ciento cincuenta personas involucradas. Alrededor de 20 vuelos y una docena de viajes en tren. Cuarenta coches en espera. Sesenta entregas internacionales. Las luces se encendieron durante al menos diez horas sin parar, en parte alimentadas por generadores a gasolina. Desperdicio de alimentos de los servicios de catering. Plástico para envolver las prendas. Electricidad para recargar teléfonos, cámaras ... ". Los fans de la revista quedaron asombrados por todo el entresijo que sigue a una sesión de fotos, alarmados por la cantidad de desechos y energía que pueden tener un día de trabajo. Vogue Italia ha sabido alzar la voz y optar por una propuesta sostenible en sus portadas. El resultado ha sido todo un éxito.
Es imposible elegir una portada pues todas encierran historias de diseño sublime. La de Milo Manara, por ejemplo, retrata a la joven modelo nórdica Olivia Vinten vistiendo un body de encaje negro de la marca Gucci al igual que la modelo Felice Nova diseñada por el artista italiano Paolo Ventura. La portada de Vanessa Beecroft es quizás la más inquietante pues no retrata a ninguna modelo en concreto, solo una silueta con máscara y diseño de Gucci. Para todos los impacientes, el nuevo número de Vogue Italia ya está a la venta en todos los quioscos así como cuenta de la revista.